The Wave

Si al principio del blog comenté que las «Havasu Falls» serían mi espinita clavada, «The Wave» acabó siendo una gran estaca.

El lugar dí con él por casualidad, es difícil oir o leer de este sitio, ni si quiera en el Lonely Planet lo menciona… Se trata de un lugar mágico, apartado de todo, al que sólo unos pocos, los elegidos, serán otorgados de ese gran privilegio.

Como en muchas cosas, una imagen vale más que mil palabras:

the wave arizona

No es fácil acceder a «The Wave», no existen señalizaciones y se encuentra escondido entre un paisaje que puede llegar a parecer todo igual, confundiéndote y desorientándote. Sólo 20 personas al día podrán obtener el pase a este lugar, que es guardado con tanto recelo.Para dar más misterio y despertar aún más curiosidad y anhelo por ver el lugar, todo es presentado como una especie de «juego»…

A diez de las personas se les concederá el derecho de ir a través de un sorteo on-line, para el cual has de comprar «la papeleta» para el día que desees ir. Dicho sorteo se hace 4  meses antes , por lo que nosotras llegamos  tarde ,ya que planeamos el viaje a escasos 2 meses de partir…pero aún teníamos una última posibilidad…Cuando leí sobre ello, aún me fascinó más por como era presentado todo. Definitivamente algo me atraía y me decía que merecía la pena intentarlo .

Resulta que el día anterior se realiza un sorteo presencial para las otras 10 personas.Estas han de presentarse en una caseta que se encuentra en la carretera entre Page y Kanab, en la milla 21 de Hwy 89, y que se encuentra como no… sin señalizar…

Hay que tener cuidado con el tema de la hora porque aunque Page y Kanab están muy cerquita, como Page está en Arizona, y Kanab en Utah , allí es 1 h. más. La caseta abre a las 8.30 y es entonces cuando lo asistentes se registran y rigurosamente a las 9 de la mañana se realiza el sorteo, participando sólo los que están allí presentes y previamente registrados.

A cada grupo de personas se les da un número, es decir, que si por ese número participan cuatro personas y toca, sólo con ese número ya se habrán cubierto casi la mitad de las plazas que se optan para  ir al día siguiente, pero el problema de los grupos grandes, es que si quedan dos plazas y sale un número por el que participan más personas, estos habrán de decidir quien no va o bien rechazar todas las plazas.

Para poder acceder hasta «the Wave» hay que ir primero en coche por una carretera de piedras, tierra, y arena durante poco más de 12 km, y en ocasiones con tantos desniveles en el terreno provocados por el agua que recomiendan  llevar un 4×4. En esta ocasión pintaba bien porque nos dijeron que se podía acceder con un coche normal pero yendo despacio y con precaución. Después el coche se deja en un «parking» habilitado y comienza la exhausta caminata de al menos 3h. i/v… sin con suerte… no te pierdes…Para poder llegar te dan mapas, y fotografias del lugar para que te orientes y hasta te dan las coordenadas de todos los puntos de las fotografías y como no de «The Wave».

*****

Casi no habíamos dormido, pero a pesar de ser nuestra famosa noche del «coche», nos levantamos como un resorte ante la perspectiva del sorteo para The Wave. Cuando al fín encontramos el escondido kilómetro 21 de la carretera, estábamos como flanes. Nos adentramos hasta una caseta que aparecía cerrada y aparcamos. Solo había otro coche, un suburban de Canadá en cuyo interior un hombre escuchaba música recostado. Nerviosas como estábamos, nos pusimos a pasear sin poder estarnos quietas. Durante la media hora siguiente vimos llegar un coche tras otro… ¿cómo explicar el deseo de hacer desaparecer esos coches? ¿la cantidad de ideas que se te ocurren como por ejemplo quitar de ahí el punto kilométrico? sería tan fácil cambiarlo por un 81…  En la puerta había publicada una hoja con la cantidad de personas que se habían presentado al sorteo cada día, y comprobamos que el día de más afluencia había habido 40 personas, el día que menos, sólo 9!! qué afortunados, todos podrían entrar! pero la media estaba en unos 20, fifty fifty. No parábamos de mirar la carretera, y nos desanimábamos cada vez más cuatos más coches llegaban: demasiadas familias, pocas parejas, demasiada gente…

listado sorteo wave

A las 8:30h se abrieron las puertas, y nos pusimos a rellenar unos formularios, y ahí ocurrió un detalle que marcaría el primero de nuestros fracasos: Comenzamos a rellenarla y terminábamos casi las primeras, por lo que nos asegurábamos un número de sorteo bajo, y de pronto faltaba el número de licencia del vehículo. Fuimos a buscarlo al coche, pero casualmente no estaba donde debía de estar, tampoco en otro sitio… para cuando conseguimos encontrar el número de licencia, ya otros siete se nos habían adelantado, por lo que nuestra suerte estuvo tirara para el número 8. Bien, un número que nos decepcionó a ambas, pero el sorteo seguía su curso, y para cuando dieron las 9:00h, éramos 34 personas ¡34! Uno de los días de más candidatos!!! solo 10 plazas!! Todo se lleva a cabo de manera muy formal: la señora cierra la puerta a las 9:00h y quien no esté dentro, no participa; pasa lista a los nombres y dice su número de la suerte, mete las bolas de madera con cada número en el bombo y se pone a girar la manilla.

mujer sorteo the wave

Para ese momento habíamos tenido tiempo de entablar conversación con una pareja de catalanes que parecían haber llegado allí por casualidad, tipo «vimos esa foto tan bonita y preguntamos dónde estaría ese sitio y dijimos, pues vamos a probar el sorteo, a ver si hay suerte» «Y qué número jugáis» «el 4, ¿y vosotras?» «el ocho» pues suerte!

El primer número que salió de las 18 bolas que había fue el 4! Pegamos tal bote de alegría que retumbó en toda la sala y la gente pensó que nos había tocado a nosotras, porque lo que son los catalanes (y no tenemos nada en contra de los catalanes), parecía que tenían hielo en las venas. Más números, el canadiense, ¡genial! uno solo… todavía quedan siete plazas, ¡vamos número 8! La siguiente bolita de manera cayó para una familia que venía en una caravana y que estaba formada por nada menos que 5 personas!!!! nuestro gozo en un pozo, ya solo cabía la posibilidad de un número más. Siguiente número… no fue el ocho, pero tocó a otra familia, más de dos personas, por lo que lo rechazaron, ¡yuju! otra bolita… a otro grupo de más de dos personas, lo rechazaron ¡ufff! qué alivio!! nuestras emociones ya se columpiaban con cada número y cada rechazo, sabiendo que nosotras, al ser solo dos, podríamos aceptarlo. El siguiente número fue a parar para otra pareja; por supuesto, aceptaron. Fin del sorteo. Casi nos pusimos a llorar.

Pero bien, nos recompusimos, y es que teníamos un as guardado en la manga. En nuestros planes de viaje habíamos previsto un traspié como este, y como nuestro deseo por visitar The Wave era tan inmenso (por no decir obsesivo), habíamos planificado otro día más de sorteo, y lo bueno era que al ser el siguiente sorteo para un lunes, nos quitaríamos de encima a todos aquellos de fin de semana.

Ocurrió algo muy curioso a lo que no dimos importancia hasta más adelante cuando lo estuvimos hablando: la chica catalana, una vez con el pase para The Wave en la mano, se nos acercó balanceándolo en la mano y, riendo, comentó:

– Se vende, jaja!

Nos reímos, pero luego concluimos que la muy avara habría aceptado dinero por el pase, y es que en todas partes todo el mundo se vende…

Esa tarde , tras la visita al Antelope Canyon, estábamos tan desanimadas que nuestros pensamientos sólo giraban en torno al sorteo, por lo que nos inventamos una excusa para ir al punto 21 y sonsacar información a la señora del sorteo. Habíamos oído que para acceder a esa parte era imprescindible un 4X4 por las dificultades del terreno, por lo que podíamos ir y preguntar dónde alquilar ese coche un domingo en caso de que al día siguiente nos tocara, y ¿quién sabe? tal vez alguien (la catalana, tal vez) se había torcido un tobillo en la ducha y había llamado avisando de que no podría ir y ¡ya teníamos pase! Pero no… nuestro gozo en un poco, todos irían y nosotras seguíamos fuera al día siguiente.

Nos preguntaron si íbamos a querer el mismo número para el siguiente día, y dijimos que sí. Desde el momento que nos levantamos, mientras nos vestíamos y cogíamos el coche, íbamos pensando en el número 8. Ocho, el infinito, ocho en el punto kilométrico, ocho en el reloj… queríamos atraer la suerte a nuestro número. ¿Funcionó?

La señora del sorteo nos saludó y cogió nuestra hoja con nuestro número, nos preguntó si deseábamos mantenerlo. Sí, queremos el ocho (como para cambiar ahora! además, por probabilidades, tenía que tocar, ayer habían rozado todos los números, del 1 al 9, todos salieron menos el nuestro, por lo que hoy tenía que salir por narices!!) A las 8:45h éramos solo 14 personas: cinco parejas, una familia de tres y una mujer sola. Hubo un pequeño revuelo de formularios al que  no dimos importancia. A las 8:55h llegó un último coche, dos personas más, ya éramos 16, pero comparados con los 34 del día anterior ¡tenía que tocar! A las 9:00h la señora pasó lista: el primer nombre, el nuestro, acompañado del número 1. ¿El 1? saltamos, confundidas porque nuestro número era el 8, no el 1! pues resulta que como en principio solo eran siete números, había eliminado el ocho y recolocado en el uno, pero luego al llegar la última pareja, había vuelto a colocar el 8. Y comenzó el sorteo, nosotras con el número 1…

nervios sorteo the wave

Salió un número, luego otro, luego otro… ninguno el 1. ¿Que si salió el 8? Quedaban solo cuatro plazas. ¿Cuál fue el penúltimo número? Sí, efectivamente, fue el 8. ¿Quién lo tenía? la última pareja. Sinceramente, cuando escuchamos el número ocho no sabíamos a quién pegar, a quién estrangular, porque el sorteo y The Wave se nos iban de las manos, nuestro último día. ¿Cuál fue el último número? No fue el 1, pero les tocó a la familia de tres, solo dos plazas, por lo que evidentemente tenían que rechazarlo, y si lo rechazaban dejarían hueco para un último número… y cuando iban a rechazarlo saltó la mujer del número ocho y ofreció gentilmente a la familia su plaza, pues ella realmente no quería ir, solo lo hacía por su marido, pero si rechazando ella, daba plaza para que la familia pudiera ir… por lo tanto… fin del sorteo. Fin de The Wave para nosotras…

O eso pensábamos. Dicen que no hay que forzar las cosas, pero también que el destino se escribe solo, y todavía nosotras no sabemos si la persona que se nos acercó momentos después de este fracaso fue un ángel o un demonio. Él, al igual que nosotras, había probado suerte el día anterior, pero no le tocó. Repitió, y el segundo día le tocó. Resultó ser un Ranger! igual de decidido que nosostras a vivir esta experiencia, que el día anterior al no haberle tocado, se había internado por la zona de The Wave en busca de los rangers de allí con la intención de que, de colega a colega, le dejaran entrar, pero por lo visto ni con esas, al lugar solo se puede acceder por sorteo; pero por algún lado le dejaron caer que justo el lunes (el día que habríamos de hacerlo) era  día de entrenamiento, por lo que pocos rangers habría de guardia… vamos, que casi imposible que pillaran si alguien se internaba de manera ilegal. Esa fue la idea que el chico nos dejó caer, primero discretamente, luego más claro. Él, al ser americano y ranger, tenía mucho que perder si le pillaban, pero nosotras, extranjeras,»según él» no podrían hacer nada contra nosotras más que una patada en el culo y  fuera de la zona, y  eso si nos pillaban… Ya, pero… ¿cómo conseguíamos los mapas y fotos para acceder al lugar? Pues de nuevo nos lo resolvió. Media hora más tarde cuando los elegidos salían cargados de fotos y mapas, el chico-ranger se metió en nuestro coche y nos dejó fotografiar cada hoja, cada fotos, cada advertencia. Se fue de allí deseándonos suerte y nosotras ilusionadas.

Por la tarde, ya en el hotel, surgieron dudas. Descargamos los mapas en el ordenador, los ampliamos y recompusimos rutas en folios, añadiendo advertencias, puntos y coordenadas. Era una caminata de dos horas ida y dos horas vuelta por el desierto. En las fotos, el punto número 1, un camino de tierra, parecía exactamente igual que cualquier camino de tierra, una colina idéntica a las diez que la rodeaban… recomendaban (imprescindible) tres litros de agua por persona (no deja de ser un desierto), e ir cubiertos. Había siete puntos, pero tan iguales… el alma se nos cayó a los pies al ver la vasta zona que rodea The Wave: desértica, kilómetros y kilómetros de nada construido. Si nos equivocábamos de camino, de punto, tanto  a la ida como a la vuelta, ¿qué hacíamos? el lugar no tenia cobertura, los rangers no pasaban por allí y encima era su entrenamiento (precisamente por eso íbamos a colarnos), y el gps tenía una batería de una hora, inservible… lo peor (sí, existe un peor), nadie, absolutamente nadie (no estábamos en las listas del sorteo) sabía que ese día estaríamos ahí. Barajamos dejar una nota en el hostal indicando dónde iríamos y que si a la noche no habíamos llegado, enviaran a buscarnos; o incluso atar un hilo del coche (estilo pulgarcito) e ir tirando…

Demasiados frentes abiertos… por un lado el de entrar de manera ilegal, pues aunque fuera poco probable que nos pillaran y diciéndonos que no podrían hacer nada contra nosotras, lo que está claro es que existen multas para aquellos que se adentran sin permiso, ¿ y si no era cómo aquel Ranger decía? Por otro lado el coche… la zona era fastidiada, de hecho siempre quisimos ir detrás de alguien que llevara un 4×4 por si acaso, pues aunque era posible entrar con un coche normal no nos aseguraban que pudiéramos quedarnos tiradas y el seguro no cubre en zonas de tierra, y encima si nos dejaba el coche tiradas lo que estaba claro es que nos pillarían de lleno. Por último y más importante…el riesgo de entrar solas sin que nadie  supiera que estábamos allí y la posibilidad de desorientarnos y perdernos…

Finalmente decidimos no hacerlo. A las dos de la mañana todavía la decisión nos tenía en vela. Nos resistíamos a no probar, incluso pensamos en acudir una tercera vez al sorteo, pero sería alterar por completo el resto del viaje… Muy a nuestro pesar The Wave pasó, la oportunidad se perdió y nos fuimos de allí con un fondo de desilusión que nada puede quitar, aún sabiendo que fue lo correcto.

Vamos, que la película 127 horas se nos antojaba en aquellos momentos todavía más espeluznante por lo inminente.

 

the-wave

 

 

*********

Que sensación nos dejó «The Wave»…, aún no entiendo porqué el destino no quiso que fuéramos… y ambas algo supersticiosas pensamos que no debíamos tentar más a la suerte, pero y el Ranger???  No lo entiendo…era una tentación del destino? o simplemente era nuestra última carta y la desaprovechamos…?

En fín…como dije es una gran estaca que me queda muy pendiente,  y quiero creer que hicimos lo correcto…el riesgo y lo que nos jugábamos si salía mal era un precio demasiado alto…

Ahora entiendo aquellos que también lo intentaron y fracasaron, la impotencia que se siente cuando uno viene de tan lejos, lo ve ya hecho porque lo teníamos mucho más fácil que todos aquellos que participaron on-line, y le dicen que «vuelva mañana a intentarlo»…

Sólo conseguí encontrar un par de blogs de personas que lograron hacerlo y fueron los que me dieron pie a intentar esta aventura.

Aquí dejo un enlace de alguien que escribió con mucho detalle su aventura en «the Wave», espero que os sirva de ayuda a aquel que desee probar suerte.

http://www.squidoo.com/hiking-the-wave-coyote-buttes

Published in: on 30/07/2011 at 9:23 am  Comments (17)  
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17 comentariosDeja un comentario

  1. Sin duda una pena. No debería ser por sorteo…

    No sólo hicisteis lo correcto; lo otro hubiera sido un acto absolutamente irresponsable y una niñería, así que os felicito por vuestra decisión. (y no es por que yo sea Yo)

    Así que hay que volver¡¡¡¡

  2. Esta claro que el hombre propone y Dios dispone. A lo mejor os esta dando la oportunidad de hacer un segundo viaje para poder verlo. Las cosas que mas cuestan conseguir, son las que mas se aprecian, animo todavía os quedan muchas cosas bonitas por ver.

  3. Siento que no pudierais verlo, pero como ya os han dicho hay queda pendiente…

    A mi me teneis enganchada a vuestras aventuras, narrais vuestras experiencias de una forma tan amena que me da la sensación que estoy leyendo una novela adictiva!!!!

    Besos prima Graciuski y compañia!!!!!!

    Belén

    • ahi… Perdón por el error garrafal, es que…. no tengo excusa no se que me ha pasado…

      • Hola Belenchurriii,
        Qué ilusión me hace saber que nos estáis siguiendo ;)))

  4. Estáis fatal!!! Menos mal que no cometistéis esa locura! Aun así que foto mas bonita!!!

    • Ay,tu ya me conoces…porque me frenaron que si no…jejejje…Sí,si que hubiera sido una locura!!! Menos mal!!! XD

      • Y qué loca estás!! Miedo me da el día que me vaya contigo de aventura por esos mundos perdidos de dios!! A mi me dejas en Las Vegas custodiando el dinero que ya sabré como administrarlo ;))

  5. genial el blog. yo planeo este viaje para el verano y entre mis imprescindibles esta the wave, a ver si hay suerte. me encantado vuestra calidad relatora, a er si vuelvo y estoy a la altura…minetras sois bienvenidas si os interesa: apieysindinero.blogspot.com…….una vez mas felcidades!!! un saludo

  6. Chicas sabeís cual es la página para conseguir el pase para The Wave??

  7. Vosotras al final como conseguisteis el permiso para ir a havasupai??y se necesita pasar la noche en ese hotel??

    • Hola,

      A ver el permiso para ir a the Wave solo es a través del sorteo online (que se realiza unos 4 meses antes de la fecha que escojas) o sorteo presencial allí un día antes.Para el caso de las Havasu Falls, el permiso te lo dan si tienes sitio donde alojarte, es decir en el único «hotel» que hay allí o en el camping. El problema está que el alojamiento es reducido y es necesario reservar con bastante antelación.Esta reserva sólo se puede hacer por teléfono, y es bastante complicado que te cojan el teléfono y cuando lo hacen la respuesta suele ser negativa.Esto es lo que nos paso a nosotras y por más que intente buscar información de ver la manera de solucionarlo, por lo que leí parece bastante frecuente que pase esto que te cuento. De hecho, no es por desanimarte pero si pretendías ir este verano creo que ya lo tendrás muy complicado.De todas formas, yo siempre digo que el no ya lo tienes asi que por probar suerte que no quede, nunca se sabe… 😉

      • Gracias maja..No vamos en octubre. Entonces es obligatorio dormir alli sino no puedo ir a ver aquello por mi cuenta sin tener k dormir alli??
        Xcierto te agradezco mogollon por aberme contestado

      • Bueno…realmente ahora que lo dices…no, no es necesario quedarse a dormir allí,, pero no creo que haya mucha gente que haga esta excursión de la Havasu Falls en 1 día! a menos que contrates para ir o para regresar el helicóptero 😉 y si echas un vistazo a su página web, los indios se reservan el derecho a no volar dependiendo de como este el tiempo y ellos tienen preferencia, pues se ve que utilizan este servicio para tema de transporte de mercancías o para ellos mismos. Mira, la excursión son 13 kms ida y otros tantos de vuelta, y la vuelta es de subida!!! Hombre…a mi me gusta apurar los días cuando viajo pero esto ya me parece un poco pasada jajjajaja a penas tendrás tiempo de estar allí. Además piensa que en octubre los días comienzan a ser más cortos, pero bueno… ahora que lo pienso…no yendo los meses de verano igual no tienes problema para quedarte, nosotras es que queríamos ir a mediados de Julio, y el tema ya está más complicado,igual tienes suerte! 😉

  8. Hola, me puedes decir que es el número de licencia del vehículo? Esque me ha tocado el sorteo y no se que número poner. Gracias!!

    • La licencia de coche, yo creo que se refiere a la matrícula. Supongo que ya lo habrás solucionado…

      Por cierto mi más enhorabuena!!! Que suerte!!!


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